Nueva York / Ciudad de México.- Rafael Caro Quintero, histórico líder del Cártel de Guadalajara extraditado desde México, volverá hoy a la corte.
La petición de la defensa no solo busca mejorar las condiciones de detención, sino que podría servir como antecedente para negociar reducción de condena o atenuantes legales, aunque no hay garantía de que se modifiquen las obligaciones impuestas.
Otro factor relevante será la decisión que tome la Fiscalía sobre la pena de muerte, ya que México se opone a esa medida para sus connacionales y esta disputa diplomática ha sido recurrente en el proceso.
Qué esperar de la audiencia sobre el caso de Caro Quintero
Hoy, ante el juez Frederick Block, se evaluarán los argumentos de ambas partes: la defensa presentará pruebas y testimonios para demostrar los efectos adversos del confinamiento extremo, mientras que la fiscalía buscará sostener que las medidas son indispensables para la seguridad pública y para evitar que Quintero tenga capacidad de dirigir actividades ilícitas incluso estando encarcerado.
La defensa de Caro Quintero exige que se relajen o retiren las Medidas Administrativas Especiales (SAM) que lo tienen prácticamente en aislamiento en el Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn. Alegan que dichas medidas están afectando su bienestar físico y mental, llegando al punto de poner en riesgo “su cordura”.
Por su parte, la fiscalía insiste en que tales medidas son necesarias debido al peligro de que Quintero continúe operando su red criminal desde prisión, como se le acusa ocurrió durante su reclusión en México.
Caro Quintero enfrenta múltiples cargos en Estados Unidos, entre ellos tráfico de drogas (marihuana, cocaína, heroína, metanfetaminas), crimen organizado y uso de armas de fuego. También se le acusa por el secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985.
En marzo pasado, el juez Frederick Block otorgó a la fiscalía un plazo de 90 días para decidir si solicitará formalmente la pena de muerte contra Quintero, decisión