Morelia, Michoacán, a 4 de mayo de 2025.- Antes de entrar en operación, el nuevo Mercado Municipal de Pátzcuaro “Vasco de Quiroga”, construido por el Gobierno de Michoacán con una inversión de 300 millones de pesos, ya enfrenta su primer colapso. Este domingo, comerciantes reubicados en el lugar comenzaron a derribar a marrazos los locales asignados, al considerarlos inadecuados para sus actividades económicas.
A través de videos y fotografías difundidos en redes sociales, se observa a varios locatarios derrumbando las paredes de ladrillo rojo de sus módulos, de apenas 2.5 por 3 metros. Los locales, todos iguales, carecen de instalaciones para gas LP y no cuentan con techado ni condiciones mínimas de higiene. Algunos muros fueron tirados incluso con empujones, evidenciando la baja calidad en su cimentación.

Obra cuestionada desde su origen por imposición y falta de diálogo
Desde su concepción, la obra fue rechazada por un amplio sector de comerciantes establecidos durante más de cinco décadas en el antiguo mercado de la Plaza Gertrudis Bocanegra. Argumentaron nunca haber sido consultados y denunciaron presiones del gobierno estatal y municipal para aceptar la reubicación.
A pesar de su inconformidad, fueron trasladados a módulos que consideran inútiles para giros como carnicerías, fondas, cremerías y venta de ropa, entre otros.
“La cárcel de Bukele”: así califican el diseño del mercado
El diseño arquitectónico del Mercado Vasco de Quiroga ha sido duramente criticado en redes sociales, donde usuarios lo compararon con la megacárcel del presidente salvadoreño Nayib Bukele. Más de 700 locales fueron construidos bajo un mismo patrón: paredes de ladrillo rojo, sin identidad ni adaptación al entorno comercial ni cultural de Pátzcuaro.
Para algunos activistas, la obra representa una visión impositiva del desarrollo urbano que no toma en cuenta las necesidades de la ciudadanía ni el valor patrimonial del Pueblo Mágico.
Críticas desde el urbanismo: “Un proyecto corrupto y propagandístico”
El arquitecto y urbanista Marco Aguilar, residente en Pátzcuaro desde hace una década, ha sido una de las voces más firmes contra el proyecto. En entrevista, aseveró que “la corrupción en la obra pública en Michoacán ha alcanzado niveles alarmantes. El Nuevo Mercado Municipal de Pátzcuaro, lejos de ser una solución para la economía local, ha sido utilizado como plataforma para el beneficio político y económico de unos cuantos”.
Aguilar vinculó la obra con intereses políticos cercanos a Andrés Manuel López Beltrán, actual secretario de Organización de Morena, así como con funcionarios estatales como la titular de la SEDUM, Gladys Butanda Macías, y el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
Patrón de obras sin transparencia ni beneficio para la ciudadanía
“Esta obra, adjudicada sin transparencia, ejecutada con recursos públicos federales y estatales y envuelta en una narrativa propagandística, representa un patrón que se repite en otras obras en el país: opacidad, imposición, sobreprecios y desprecio por el entorno social y cultural”, sostuvo Aguilar.
El arquitecto añadió que esta misma lógica se replica en los cuestionados proyectos de teleféricos en Uruapan y Morelia, promovidos por el mismo gobierno estatal. “La pertinencia y beneficio público son cuestionables, pero su valor propagandístico es indiscutible para quienes buscan capital político inmediato”, enfatizó.
Llamado a frenar la impunidad institucional
Aguilar hizo un llamado directo a la ciudadanía y a las instituciones: “Es momento de señalar, con objetividad y con pruebas, a quienes abusan del cargo. De exigir que se investigue y se sancione. De defender el equilibrio de Poderes, la pluralidad, la legalidad y el derecho a una vida digna”.
Y concluyó: “El país necesita funcionarios con preparación, vocación de servicio y límites. Y también necesita ciudadanos libres, informados y decididos”.
Revisa el reportahe completo: El Mercado del Silencio publicado en Cuestiona.News.