Morelia, Michoacán, a 28 de julio de 2025. — Aunque muchos lo reconocen como un simple adorno en los platillos japoneses, el baran, también conocido como “hierba del sushi”, cumple una función mucho más importante que la estética en la gastronomía nipona.

Separador de sabores en la cocina japonesa
El baran es una tira de plástico verde con forma de hoja, presente comúnmente en las cajas bentō y bandejas de sushi. Su función principal es evitar que los alimentos entren en contacto directo, lo que ayuda a preservar sus sabores y olores individuales.
Además, aporta un toque visual que remite a la frescura y naturalidad, reforzando el atractivo visual del platillo.
Del haran natural al baran sintético
Originalmente, los cocineros japoneses utilizaban hojas frescas de plantas como el haran (Aspidistra elatior) para esta función. Estas hojas no sólo separaban los alimentos, sino que se creía que poseían propiedades antibacterianas, útiles para conservar mejor los ingredientes.
- Con el paso del tiempo, el uso de hojas naturales fue reemplazado por versiones de plástico, más duraderas y económicas.
Una tradición que evoluciona sin perder su esencia
A pesar de su transformación en un elemento sintético, el baran conserva su propósito tradicional dentro de la cultura culinaria japonesa. Hoy en día, es un símbolo de la atención al detalle en la presentación de los alimentos, un valor profundamente arraigado en Japón.
También se le reconoce fuera de Japón como una forma práctica y estética de mantener separados los alimentos, especialmente en presentaciones para llevar.
Más allá del adorno: un elemento funcional
El baran no sólo cumple una función visual o decorativa, sino que tiene una utilidad higiénica y práctica al evitar la transferencia de jugos y aromas.
- En un contexto de mayor preocupación por la seguridad alimentaria, su papel como barrera plástica toma relevancia.
- Este pequeño objeto refleja cómo los detalles simples pueden tener raíces culturales profundas y usos eficientes en la vida cotidiana.