Morelia, Michoacán a 8 de abril de 2025.- Un nuevo informe de Amnistía Internacional revela que el número de ejecuciones en el mundo durante 2023 alcanzó su punto más alto en casi una década. La organización documentó al menos 1,153 ejecuciones en 16 países, lo que representa un aumento del 30% respecto al año anterior.
“El uso de la pena de muerte en 2023 fue profundamente perturbador”, aseveró Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional. La cifra excluye a países como China, Corea del Norte y Vietnam, donde el acceso a la información está severamente restringido, por lo que las cifras reales podrían ser considerablemente más altas.
China, Irán y Arabia Saudita, los principales ejecutores
El reporte apunta a que China sigue siendo el principal ejecutor del mundo, aunque las cifras reales permanecen como secreto de Estado. Irán le sigue con al menos 853 ejecuciones, lo que representa un incremento del 48% respecto a 2022. Arabia Saudita ocupa el tercer lugar con 172 ejecuciones registradas.
“El preocupante aumento de ejecuciones en Irán fue impulsado principalmente por delitos relacionados con las drogas”, mencionó Callamard. Además, en ese país se ejecutó a personas por actos como “enemistad contra Dios” y “corrupción en la Tierra”, cargos frecuentemente usados para perseguir a disidentes políticos.
México, sin pena de muerte pero con atención internacional
Aunque México no aplica la pena de muerte, el país no está ajeno a la preocupación internacional por la tendencia global. Organismos de derechos humanos en América Latina han expresado inquietud por los retrocesos en la materia en países como Estados Unidos, donde las ejecuciones continúan.
En 2023, Estados Unidos realizó 24 ejecuciones y dictó 21 nuevas sentencias de muerte, manteniéndose como el único país de América en aplicar esta pena. La organización Human Rights Watch destacó que algunas de estas ejecuciones se realizaron pese a apelaciones por condiciones médicas o errores procesales.
Llamado urgente a la abolición global
Amnistía Internacional reiteró su llamado a la comunidad internacional para avanzar hacia la abolición total de la pena de muerte. A pesar del alarmante aumento en 2023, la tendencia a largo plazo continúa siendo positiva: en los últimos 20 años, el número de países que han abolido la pena de muerte ha crecido constantemente.
“Ningún sistema de justicia debería tener el poder de quitarle la vida a una persona”, argumentó Callamard. La organización insiste en que esta práctica es incompatible con el respeto a los derechos humanos fundamentales y frecuentemente afecta de manera desproporcionada a personas pobres, minorías y disidentes políticos.
¿Y el papel de los gobiernos?
Actualmente, 112 países han abolido completamente la pena de muerte y 144 son abolicionistas en la ley o en la práctica. Sin embargo, las cifras de 2023 muestran que aún hay mucho trabajo por hacer para lograr su eliminación global.
El informe de Amnistía Internacional es un recordatorio contundente del poder que tienen los gobiernos para defender o vulnerar los derechos humanos. La organización hace un llamado a la sociedad civil para presionar por la rendición de cuentas y la protección de los derechos fundamentales.