De acuerdo con los datos oficiales, este delito mostró un aumento acumulado del 26.7% en los primeros cinco meses del año, en comparación con el mismo periodo de 2019.
Comparativa nacional evidencia la persistencia del delito
El SESNSP reportó que el promedio diario de casos de extorsión entre enero y mayo osciló entre el 23.99% y el 30.38% respecto a años anteriores, consolidando un crecimiento sostenido que contrasta con la disminución de otros delitos de alto impacto.
Este comportamiento convierte a la extorsión en el único delito de alto impacto que no ha logrado contenerse en el actual sexenio, pese a las estrategias implementadas por el Gobierno federal.
Delitos que sí registran una baja sostenida
En contraposición, el SESNSP documentó reducciones importantes en 10 delitos, entre ellos:
- Feminicidio
- Lesiones dolosas por disparo de arma de fuego
- Secuestro extorsivo
- Robo con violencia en general
- Robo a casa habitación con violencia
- Robo de vehículo con violencia
- Robo a transportista con violencia
- Robo a transeúnte con violencia
- Robo a negocio con violencia
- Otros robos con violencia
Estos indicadores, según las autoridades, reflejan una tendencia nacional de contención en los principales delitos que afectan a la ciudadanía.
Contradicciones en las cifras: abril mostró una baja temporal
El mes pasado, el Gobierno federal había reportado por primera vez en la actual administración una disminución en los casos de extorsión.
Según el informe de abril, el promedio diario de este delito pasó de 31.2 casos en 2024 a 27.97 en abril de 2025, lo que representó una caída del 10.4%. Sin embargo, el repunte acumulado en lo que va del año diluyó ese avance parcial.
Un desafío para la estrategia de seguridad federal
La persistencia de la extorsión se ha convertido en un reto mayúsculo para las autoridades de seguridad. A pesar de los avances reportados en otros rubros, este delito continúa afectando a miles de ciudadanos y sectores económicos en todo el país.
Especialistas han señalado que la impunidad y la diversificación de modalidades de extorsión, que van desde llamadas telefónicas hasta el cobro de piso por parte del crimen organizado, dificultan su erradicación.
El gobierno federal insiste en que se mantendrá el monitoreo y la persecución de este tipo de delitos, aunque no ha detallado nuevas medidas específicas para frenar su crecimiento.