Katmandú.– Jóvenes nepalíes protagonizaron una revolución histórica al derrocar al gobierno comunista que se mantuvo en el poder por más de treinta años. La llamada “Generación Z” encabezó multitudinarias protestas que, tras días de intensos disturbios y episodios de violencia, culminaron con la renuncia forzada del primer ministro K.P. Sharma Oli.
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El movimiento no se limitó a exigir la caída del régimen autoritario, sino que también planteó una renovación profunda de la vida política del país, basada en los principios de transparencia, justicia y democracia.
Tras la dimisión del mandatario, cientos de jóvenes se organizaron espontáneamente para limpiar y reconstruir las calles de Katmandú, una imagen que simboliza disciplina, solidaridad y la determinación de un cambio generacional.
Con ello, Nepal abre una nueva etapa política en la que el protagonismo juvenil marca un precedente sin parangón en la historia reciente de la nación del Himalaya.