Morelia, Michoacán, a 31 de julio de 2025.– El Gobierno de México presume una economía “estable”, con un crecimiento del PIB del 0.7% trimestral, recaudación récord y deuda controlada. Pero más allá de las cifras, persiste una pregunta de fondo: ¿está el país realmente resolviendo sus desafíos estructurales o simplemente maquillando los indicadores?
Crece la economía, pero apenas
El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) durante el segundo trimestre superó expectativas: un 0.7% ajustado por estacionalidad. Aunque en el papel se trata de una buena noticia, en términos anuales apenas representa un avance del 0.1%. Es decir, el país apenas se mueve frente a un entorno global que, aunque incierto, ha permitido a otras economías emergentes despegar con más fuerza.
Ingresos récord, pero gasto social con límites
Hacienda celebra un incremento real del 8% anual en la recaudación tributaria, impulsada por mejoras salariales y una administración “eficiente”. También se presume un gasto en protección social que creció 6% anual, especialmente en programas como la Pensión Mujeres Bienestar y la Beca Rita Cetina. Sin embargo, el gasto en inversión física cayó respecto al año pasado. Aunque se justifica como un “efecto de cierre de sexenio”.
Menos deuda… y menor inversión
La reducción de la deuda pública como porcentaje del PIB, de 51.3% a 49.5%, es destacada como un logro de gestión. Pero esta disminución se explica en parte por el fortalecimiento del peso frente al dólar, más que por recortes estructurales. Además, el menor gasto público —que cayó 3.8% anual— compromete la calidad y cobertura de los servicios públicos. Aumentar las participaciones a estados un 3.5% no es suficiente ante las crecientes demandas en salud, seguridad y educación.
¿Solidez financiera o espejismo contable?
La deuda neta del gobierno federal alcanzó los 15.8 billones de pesos, 84% de ella contratada en el mercado interno y con tasa fija, lo cual reduce riesgos. Sin embargo, se sigue apostando a operaciones de refinanciamiento y colocaciones sindicadas como herramienta principal para manejar vencimientos. Estas maniobras no eliminan la deuda: sólo la difieren. En paralelo, el costo financiero creció 10.8% anual, presionando el gasto público en un entorno de tasas internacionales altas.
“La deuda neta del gobierno federal se ubicó en 15 billones 868 mil millones de pesos, de los cuales 83.9% corresponde a deuda interna, y 80.0% está contratada a tasa fija y con vencimientos a largo plazo”, indican los Informes sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al segundo trimestre de 2025 de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Exportaciones e inversión extranjera: luces entre sombras
Las exportaciones crecieron 1.8% en el trimestre y la inversión extranjera directa (IED) alcanzó un récord de 21 mil millones de dólares en el primer trimestre. Son datos alentadores, pero que se concentran en sectores muy específicos del norte del país y en regiones con infraestructura consolidada. El resto del país —particularmente el sur y el occidente— sigue esperando que los beneficios de esta estabilidad macroeconómica se traduzcan en crecimiento tangible.