Ciudad de México, 23 de julio de 2025 — La Tierra está girando más rápido de lo habitual este verano, provocando que algunos días duren una fracción de segundo menos de las 24 horas habituales. Aunque imperceptible para la vida cotidiana, esta aceleración ha captado la atención de científicos y especialistas en medición del tiempo por sus posibles implicaciones a largo plazo.
Según datos del Servicio Internacional de Sistemas de Referencia y Rotación de la Tierra y el Observatorio Naval de EE.UU., recopilados por el sitio timeanddate.com, el 10 de julio fue el día más corto del año hasta ahora, durando 1,36 milisegundos menos que un día estándar. Y no será el único: se prevé que el 22 de julio y el 5 de agosto también presenten duraciones menores, con una reducción de 1,34 y 1,25 milisegundos, respectivamente.
Una danza compleja y milimétrica
La duración de un día está determinada por el tiempo que tarda la Tierra en completar una rotación sobre su eje, algo que promedia 86.400 segundos o 24 horas. Sin embargo, esta rotación no es constante. Factores como la atracción gravitacional de la Luna, los patrones estacionales de la atmósfera e incluso las dinámicas internas del núcleo líquido terrestre provocan ligeras variaciones en la velocidad del planeta.
Estas discrepancias, que suelen medirse en milisegundos, pueden parecer insignificantes, pero son fundamentales para sistemas de alta precisión como los satélites, las telecomunicaciones y las redes informáticas globales.