Morelia, Michoacán, a 10 de junio de 2025. — Durante la emergencia sanitaria por Covid-19, el gobierno de México distribuyó dos mil ventiladores modelo E30 de la marca Philips en 255 hospitales públicos del país. Sin embargo, una investigación reveló que estos equipos contenían un defecto que podría provocar asfixia o lesiones graves, y pese a ello, aún permanecen en uso en hospitales federales y estatales.
Equipos defectuosos valuados en 20 millones de dólares
La entrega de los ventiladores se realizó en mayo de 2020, cuando México enfrentaba una de las etapas más críticas de contagios por SARS-CoV-2. Los dispositivos, valuados en aproximadamente 20 millones de dólares, fueron recibidos en el Aeropuerto de la Ciudad de México por el entonces titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, acompañado por ejecutivos de Philips México.
En un comunicado oficial fechado el 15 de mayo de 2020, la dependencia informó que los ventiladores serían distribuidos a hospitales públicos como parte de la estrategia para combatir el Covid-19. No obstante, el documento no especificó el modelo del equipo, aunque documentos obtenidos por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) confirmaron que se trataba del modelo E30, señalado posteriormente por autoridades de salud internacionales como riesgoso.
FDA advirtió de riesgos mortales desde 2021
Un año después de su entrega, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) emitió una alerta sobre los riesgos del modelo E30. El organismo señaló que los dispositivos utilizaban espuma de poliuretano con base de poliéster (PE-PUR), un material que puede descomponerse con el tiempo.
“La espuma de poliuretano con base de poliéster (PE-PUR) utilizada en estos dispositivos para reducir el ruido y las vibraciones puede deteriorarse. Si esto ocurre, trozos negros de espuma, o ciertos productos químicos que no son visibles, pueden ser inhalados o tragados por la persona que utiliza el dispositivo”, advirtió la FDA en un reporte publicado en junio de 2021.
Además, el informe añadió que “estos problemas podrían provocar lesiones graves y requerir intervención médica para evitar lesiones permanentes”. La misma advertencia fue actualizada en informes posteriores de junio de 2023 y abril de 2024.
Distribución masiva sin filtros de seguridad
Según datos recabados por MCCI, los respiradores modelo E30 fueron enviados a 255 hospitales en todo el país sin que se realizara una evaluación independiente de su seguridad. La Secretaría de Salud elaboró una base de datos en la que se detalla la cantidad exacta de equipos entregados por hospital, lo que confirma su distribución masiva.
Hasta la fecha, muchos de esos ventiladores continúan instalados en hospitales federales y estatales, a pesar de la orden de retiro emitida por la FDA y las advertencias sobre los peligros que representan para los pacientes que dependen de soporte respiratorio.
Silencio institucional y falta de transparencia
Ni la Secretaría de Salud ni la Secretaría de Relaciones Exteriores han emitido nuevas declaraciones públicas respecto a la permanencia de estos dispositivos en hospitales del país. Tampoco se ha informado si existe un plan de sustitución, retiro o seguimiento clínico de los pacientes que pudieron haber estado expuestos a los riesgos señalados por la FDA.
El caso pone en evidencia la falta de controles de calidad en la adquisición de equipo médico durante la pandemia, así como la omisión de protocolos de seguridad sanitaria ante alertas internacionales.
MCCI documenta persistencia de los equipos
La organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad ha verificado que varios de los ventiladores defectuosos continúan operando en hospitales públicos. La investigación realizada por su equipo reveló que no se ha retirado una cantidad significativa de estos aparatos, lo que implica un riesgo vigente para cientos de pacientes en condición crítica.
Este hallazgo contrasta con la postura de la FDA, que desde hace cuatro años instó a los gobiernos y sistemas hospitalarios a suspender el uso de los dispositivos de manera inmediata.
Conclusión: una alerta ignorada con consecuencias potencialmente mortales
El caso de los ventiladores Philips modelo E30 representa un ejemplo grave de negligencia institucional en medio de una crisis sanitaria global. A pesar de las advertencias internacionales, México mantiene en operación dispositivos que pueden causar asfixia o daños permanentes a los pacientes, lo que plantea serias preguntas sobre la rendición de cuentas y la supervisión en la adquisición de insumos médicos.
La salud de cientos de personas sigue en riesgo mientras persiste el uso de estos equipos en hospitales del país.