Tel Aviv, Israel.— Decenas de miles de personas se congregaron la noche del sábado en el centro de Tel Aviv para exigir la liberación inmediata de los rehenes israelíes aún retenidos en Gaza. La movilización masiva se desató tras la publicación de videos propagandísticos difundidos esta semana por los grupos extremistas Hamas y la Yihad Islámica Palestina, que muestran a dos cautivos visiblemente demacrados.
Las imágenes, que generaron conmoción en la opinión pública, muestran a Evyatar David y Rom Braslavski en condiciones críticas. En uno de los videos, David aparece extremadamente delgado y cavando lo que, según dice, sería su propia tumba. Ambos hombres se encuentran entre los al menos 50 rehenes que siguen en poder de las milicias palestinas desde el inicio del conflicto en octubre de 2023. De ellos, se estima que unos 20 aún estarían con vida.
Dolor, impotencia y llamados al gobierno
Durante la manifestación, los asistentes portaban pancartas con mensajes como “Detengan la guerra” y “No dejen a nadie atrás”. También se proyectó el video de Evyatar David en una gran pantalla, con la autorización de su familia, lo que provocó escenas de angustia entre los presentes.
Uno de los momentos más emotivos fue el discurso de Ofir Braslavski, padre de Rom, quien confesó no haber reconocido a su hijo al ver las imágenes.
“Mi Rom tiene hambre de pan, sed de agua, está enfermo, físicamente destrozado y mentalmente quebrado. ¡Mi hijo se está muriendo!”, declaró, dirigiéndose directamente al primer ministro Benjamin Netanyahu. “El enfoque por fases para los acuerdos ha fracasado. Tomen la decisión ya: pongan fin a la guerra y traigan a todos aquí”.
Crisis humanitaria y estancamiento diplomático
La publicación de los videos parece ser un intento de ejercer presión sobre el gobierno israelí, en momentos en que las negociaciones para un alto el fuego se encuentran estancadas. Mientras tanto, la situación humanitaria en Gaza sigue deteriorándose.
Según fuentes médicas locales, al menos 13 personas, incluido un niño, han muerto por desnutrición en las últimas 48 horas. Esto eleva a 175 el número de víctimas por hambre desde el inicio del conflicto.
La creciente presión ciudadana, sumada a la crítica situación humanitaria y al aparente estancamiento diplomático, plantea un escenario complejo para el gobierno israelí, que enfrenta crecientes demandas internas para modificar su estrategia y poner fin a un conflicto que ha dejado profundas secuelas tanto en Gaza como en Israel.