Morelia, Michoacán, a 10 de julio de 2025. En un acto de reafiliación partidista celebrado esta semana, la dirigencia de Morena Michoacán encabezada por Jesús Mora, recibió nuevamente a integrantes fundadores del partido.
Lo que más llamó la atención fue la presencia de una imagen del exmandatario venezolano Hugo Chávez en lo que parece una Sala de Juntas del Comité Estatal.


“Volver al origen también es avanzar”: Jesús Mora
A través de su cuenta de Facebook, Jesús Mora compartió fotografías del evento con el mensaje: “Volver al origen también es avanzar. Hoy reafiliamos a compañeras y compañeros fundadores como Don Enrique Álvarez, la señora Martha Elva y David Soto, quienes desde el inicio han creído en este proyecto de transformación”.
El dirigente estatal subrayó que “la Cuarta Transformación se construye con presente, futuro… y memoria”, destacando así el papel simbólico del evento en la narrativa política del partido.
La controvertida presencia de Hugo Chávez
Una de las imágenes compartidas por Jesús Mora muestra a los asistentes posando junto a un cartel donde aparece Hugo Chávez, el controvertido expresidente venezolano, señalado por instaurar un régimen autoritario y responsable de la crisis humanitaria en Venezuela.
La inclusión de esta imagen ha provocado reacciones entre opositores y ciudadanos que cuestionan los referentes del partido.
¿Hacia dónde se dirige la narrativa de Morena?
La utilización de íconos de la izquierda latinoamericana ha sido una constante en algunos sectores de Morena, aunque no sin polémica. En contextos como el de Michoacán, donde el partido busca reafirmar su base y consolidar liderazgos, este tipo de gestos simbólicos pueden leerse como intentos de cohesionar ideológicamente al movimiento, aunque a costa de abrir flancos a la crítica pública.
Fundadores con historia, pero ¿referentes con futuro?
La reafiliación de figuras históricas como Álvarez, Elva y Soto muestra un esfuerzo por conservar el capital simbólico del partido en su etapa fundacional. No obstante, la inclusión de figuras externas y ajenas al contexto mexicano, como Hugo Chávez, puede complicar la narrativa de unidad y progreso que Morena intenta proyectar.
El acto refleja tensiones más amplias en el seno del partido sobre los caminos que debe seguir en los próximos años. Con elecciones en 2027, los gestos simbólicos cobran especial importancia en la construcción del discurso político.