Morelia, Michoacán, a 21 de julio de 2025. — Aunque su diseño original permite desecharlo en el inodoro, el destino final del papel higiénico continúa generando debate debido a implicaciones ambientales, sanitarias y estructurales de los sistemas de drenaje en distintos países, incluido México.
Un invento moderno con historia milenaria
El papel higiénico moderno tiene sus raíces en la antigua China, donde el emperador Hongwu ya utilizaba hojas perfumadas para la higiene personal hacia el año 1380. No fue hasta mediados del siglo XIX que Joseph C. Gayetty comercializó en Estados Unidos el primer papel “medicado”, con aloe como ingrediente para prevenir hemorroides.
¿Diseñado para el inodoro?
Según Julieta Fierro y Juan Tonda en El libro de las cochinadas, el papel higiénico está elaborado con fibras cortas y pegamentos solubles, lo que permite su desintegración en agua. Esta característica lo diferencia de otros tipos de papel, haciéndolo teóricamente seguro para ser arrojado al inodoro.
Normativas mexicanas: más sobre inodoros que sobre papel
En México, la antigua norma NMX-Q-023-1982 especificaba requisitos del papel higiénico, pero hoy sólo está vigente la NOM-009-CNA-2001, que regula los inodoros. Esta norma establece que deben poder evacuar papel en condiciones de prueba, sin indicar claramente si debe desecharse siempre por el WC.
¿tPor qué muchas personas lo tiran al bote?
- Las viejas tuberías de baja pendiente facilitan obstrucciones.
- El uso previo de papeles no diseñados para disolverse generó costumbres precavidas.
- La gestión deficiente de aguas residuales hace riesgoso liberar más sólidos al sistema de drenaje.
Impactos ambientales y de salud pública
El 49% de las aguas residuales en México fueron tratadas adecuadamente en 2018, pero esta proporción disminuyó en años posteriores. El papel higiénico arrojado al WC puede acabar en cuerpos de agua o contribuir a sedimentos contaminantes.
Por otro lado, desecharlo en cestos sin gestión adecuada puede derivar en que el papel termine en tiraderos no controlados. Una vez seco, puede liberar partículas con bacterias que contribuyen al fecalismo ambiental, un problema documentado por la UNAM como factor de enfermedades respiratorias o gastrointestinales.
¿Qué hacer entonces con el papel higiénico?
Depositar el papel en el inodoro sólo es viable si se cuenta con:
- Tuberías en buenas condiciones y con pendiente adecuada.
- Sistemas de tratamiento de aguas eficientes.
En caso contrario, tirarlo en botes y asegurarse de que los residuos sean manejados de forma segura y enviados a rellenos sanitarios bien gestionados podría ser la opción menos perjudicial.
Una decisión personal… y colectiva
La respuesta al dilema “¿papel al WC o al bote?” no es universal. Depende de la infraestructura de cada región, el tipo de papel, el servicio de recolección y el destino de los residuos. Como señala el doctor Julio César Morales Mejía, la decisión debe considerar el ciclo completo del papel higiénico y su impacto sanitario y ambiental.
¿Y tú, dónde tiras el papel?
Fuente: Artículo de Julio César Morales Mejía, publicado en la revista PaCiencia Pa´Todos de la UNAM.