México.- La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, exigió al Gabinete de Seguridad una investigación a fondo sobre el asesinato de Irma Hernández Cruz, una maestra jubilada que trabajaba como taxista en Álamo Temapache, Veracruz, y cuyo cuerpo fue hallado sin vida el pasado 24 de julio tras haber sido secuestrada días antes.
Durante una conferencia, Sheinbaum pidió aclarar el contexto del crimen y determinar si el móvil fue una extorsión, como lo sugieren algunas versiones. “Primero pediría que se aclarara, porque hay mucha información. Primero que se clarifique cómo fue la muerte de esta mujer, también de acuerdo con la información que se tiene, cuál es el contexto de esta situación”, expresó la mandataria federal al ser cuestionada por reporteros.
La hipótesis que ha cobrado fuerza señala que Irma Hernández se habría negado a pagar una “cuota” exigida por un grupo criminal que opera en la región, conocido como La Mafia Veracruzana. Esta versión se alimentó tras la difusión de un video en el que la víctima aparece arrodillada, rodeada por hombres armados, mientras suplica a otros conductores que paguen las extorsiones.
Hallazgo del cuerpo
La Fiscalía General del Estado de Veracruz informó que el cuerpo de Hernández Cruz fue localizado el miércoles 24 de julio en el municipio de Álamo, al norte de la entidad. La víctima había sido reportada como desaparecida desde el 18 de julio, cuando presuntamente fue privada de su libertad por sujetos armados.
“El cuerpo sin vida fue identificado con las iniciales I.H.C., de profesión docente jubilada y taxista”, señaló la Fiscalía en un boletín oficial.
Sin respuesta clara de autoridades estatales
La gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, confirmó que existe una carpeta de investigación abierta sobre el caso, pero no ofreció mayores detalles ni respondió preguntas específicas sobre el posible vínculo del crimen con el crimen organizado o la presunta red de extorsión.
El caso ha generado indignación nacional, especialmente por el hecho de que Irma Hernández trabajaba para complementar sus ingresos tras jubilarse como docente, y fue víctima de una violencia que, según denuncias de taxistas locales, se ha vuelto común en la región.
Organizaciones civiles y ciudadanos han exigido justicia y mayor seguridad para los trabajadores del transporte público en Veracruz.