Morelia, Michoacán, a 16 de marzo de 2025.- Una nueva iniciativa pretende castigar con mayor severidad a quienes recluten a ninos para que se integren al crimen organizado.
La iniciativa busca modificar el Código Penal Federal con el objetivo de proteger a la infancia de uno de los flagelos más alarmantes en el país.

La diputada Deliamaría González Flandez, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), presentó una propuesta para reformar el artículo 201 del Código Penal Federal. Su intención es tipificar como delito de corrupción de niñas, niños y adolescentes el acto de reclutarlos, ya sea por la fuerza o bajo amenazas, para integrarlos en organizaciones criminales.
La legisladora destacó que la iniciativa fue turnada a la Comisión de Justicia para su análisis y eventual aprobación: “Es fundamental que el Estado refuerce las medidas para evitar que los menores sean arrastrados a estas redes delictivas”, aseveró.

La vulnerabilidad de los menores de edad, un blanco para el crimen organizado
El reclutamiento de menores en actividades ilícitas es una violación grave de los derechos humanos. González Flandez subrayó que los grupos criminales utilizan métodos de manipulación, coacción y violencia para atraer a los niños y adolescentes a sus filas.
“En muchos casos, los menores son engañados con falsas promesas de seguridad, poder y dinero, cuando en realidad terminan siendo víctimas de explotación”, mencionó la diputada.
Factores que impulsan el reclutamiento de niños en el crimen
La pobreza extrema y la falta de oportunidades educativas y laborales en comunidades marginadas son algunas de las principales causas que exponen a los menores al riesgo de ser captados por el crimen organizado.
“El reclutamiento infantil no es un fenómeno aislado, sino el resultado de problemas estructurales que deben abordarse con urgencia”, puntualizó González Flandez.
Manipulación y coerción: las tácticas
Las organizaciones criminales se aprovechan de la situación de vulnerabilidad de los niños y adolescentes. Prometen acceso a bienes materiales y dinero fácil, pero una vez dentro de la estructura delictiva, las promesas se convierten en coerción y amenazas.
“El proceso de captación de menores se adapta a la realidad de cada comunidad, haciendo que su detección y prevención sean un reto para las autoridades”, argumentó la diputada.
Consecuencias devastadoras
Los niños y adolescentes que caen en manos del crimen organizado ven truncado su derecho a la educación, a una vida familiar estable y a un futuro con oportunidades. Muchos terminan involucrados en delitos como el tráfico de drogas, el sicariato y la extorsión, exponiéndose a riesgos físicos, emocionales y psicológicos.
“Estos menores dejan de ser vistos como niños y se convierten en herramientas del crimen, lo que impacta de manera irreversible sus vidas”, subrayó González Flandez.
Un llamado a la acción: prevención y programas de apoyo
Para la legisladora, es crucial que el Estado y la sociedad civil trabajen de manera conjunta en la prevención del reclutamiento infantil. Además de endurecer las penas, se deben fortalecer los programas de educación, integración social y apoyo psicológico.
“No basta con sancionar a los responsables, también es necesario crear condiciones que alejen a los menores del crimen y les brinden alternativas reales para su desarrollo”, concluyó la diputada.