Morelia, Michoacán, a 10 de julio de 2025. En una decisión que marca un giro firme en la política de salud pública, el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció el envío de más de 20 citatorios a médicos y clínicas que han realizado procedimientos de transición de género en menores de edad. La medida refleja una creciente preocupación por lo que muchos consideran una crisis ética y médica impulsada por la llamada “ideología de género”.
Médicos en la mira por intervenciones irreversibles en niños
El DOJ indicó que las investigaciones abarcan posibles delitos de fraude, falsedad en declaraciones y otros cargos asociados. Sin embargo, más allá de lo legal, lo que se cuestiona de fondo es el papel de los profesionales que, bajo el argumento de brindar “atención afirmativa”, han realizado tratamientos hormonales y cirugías a menores de edad que no tienen la madurez suficiente para comprender las consecuencias de por vida.
“Organizaciones médicas y profesionales que mutilaron a menores en nombre de una ideología distorsionada serán responsabilizados”, argumentó la fiscal general Pam Bondi, al reafirmar el compromiso del gobierno con la protección de la infancia.
Ideología de género: ¿cuidado o manipulación?
La ideología de género ha promovido la creencia de que los niños pueden “nacer en el cuerpo equivocado” y, por tanto, deben iniciar una transición para alinearse con una identidad sentida. Esta narrativa, ampliamente difundida en medios y escuelas, ha sido adoptada sin suficiente respaldo científico, y cada vez más expertos comienzan a denunciar sus consecuencias.
Miriam Grossman, psicóloga infantil y reconocida crítica de estas prácticas, advirtió que no existe evidencia objetiva de que alguien pueda haber nacido en el cuerpo equivocado. En NBC News aseveró que este tipo de afirmaciones “engañan y manipulan a pacientes jóvenes, afectando sus decisiones médicas de manera irreversible”.
Testimonios de arrepentimiento: las voces que antes fueron silenciadas
Durante un taller organizado por la Comisión Federal de Comercio (FTC), múltiples ponentes —incluyendo jóvenes que se sometieron a tratamientos de transición siendo menores de edad— compartieron testimonios dolorosos. Claire Abernathy narró que fue sometida a una doble mastectomía a los 15 años y que a los 18 decidió revertir el proceso, al sentirse engañada por sus médicos.
“Mis médicos no me dijeron que las hormonas causarían efectos secundarios permanentes. Me ocultaron esa información y luego intentaron callarme cuando quise denunciarlo”, relató Abernathy.
La FTC también cuestiona el negocio detrás del “cuidado afirmativo”
La FTC, en voz de su presidente Andrew Ferguson, señaló que este tipo de atención puede constituir una forma de publicidad engañosa. El organismo anunció que abrirá una consulta pública para investigar las implicaciones éticas y comerciales del negocio médico que rodea los tratamientos trans en menores.
La crítica también vino desde dentro: 150 empleados de la FTC firmaron una carta en la que alertan sobre la intromisión del organismo en temas sensibles de salud, sin suficiente debate ni transparencia. Exfuncionarios como Eileen Harrington calificaron el taller como un “abuso de proceso” y una desviación de los principios de consulta pública que deberían regir a la agencia.
Una industria que creció sin freno
Durante años, clínicas y médicos han promocionado tratamientos hormonales y quirúrgicos a menores de edad como soluciones a la disforia de género, pese a los riesgos documentados. La creciente industria de la transición infantil ha generado millones de dólares, pero también un número cada vez mayor de jóvenes que expresan arrepentimiento y denuncian haber sido manipulados.
Organizaciones como Public Knowledge acusan a la FTC de sesgo ideológico, pero sus vínculos con grandes empresas tecnológicas ponen en duda su neutralidad, según defendió el vocero del organismo, Joe Simonson.
Sin consenso médico y con creciente oposición ciudadana
Aunque asociaciones médicas como la AMA han respaldado el cuidado afirmativo, crece el número de profesionales que cuestionan esos lineamientos. Varios países europeos ya han restringido el uso de bloqueadores hormonales, y en Estados Unidos 25 estados han implementado leyes que limitan o prohíben este tipo de intervenciones en menores de edad.
Mientras tanto, el gobierno de Donald Trump ha impulsado reformas para cortar fondos públicos a instituciones que promuevan estas prácticas, aunque varios jueces han bloqueado sus efectos. Aun así, la intención de frenar lo que muchos ven como una experimentación ideológica con niños está más presente que nunca en el debate nacional.
Una generación marcada por decisiones irreversibles
La discusión sobre el llamado “cuidado afirmativo” no es solo médica o legal: es también una cuestión ética. ¿Hasta dónde deben llegar médicos, instituciones y gobiernos en permitir que menores, en medio de confusión e inseguridad, tomen decisiones permanentes sobre su cuerpo? Para muchos críticos, la ideología de género ha cruzado una línea peligrosa al medicalizar la infancia en nombre de la inclusión.