Villahermosa, Tabasco – La visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Tabasco estuvo marcada por actos de violencia y la aparición de una cartulina dirigida a la mandataria, en la que se advertía sobre Irving de Jesús Jiménez, policía vinculado con líderes del crimen organizado, entre ellos Hernán Bermúdez Requena, presunto cabecilla del grupo criminal La Barredora.
En el mensaje se leía: “Si quieren que Tabasco se relaje no sigan mandando delincuentes como Irving de Jesús. Mientras Irving siga apoyando a los delincuentes por el control de Tabasco, la violencia seguirá”. Los responsables recordaron que Jiménez habría obedecido primero a órdenes de ‘el Pelón de Playas’ y después de Bermúdez Requena.
Irving de Jesús Jiménez ha estado en el centro de la polémica desde 2018, cuando se desempeñaba como director de la Agencia de Investigaciones de Tabasco y fue vinculado con secuestros, homicidios y extorsiones. Tras dejar el estado, trabajó en Puebla y Guerrero, donde nuevamente fue señalado por presuntos nexos con organizaciones criminales.
En 2020, mientras ocupaba el cargo de director de Seguridad en Amozoc, Puebla, renunció tras ser acusado por el CJNG de recibir sobornos. En 2024 regresó a Puebla, pero tuvo que dejar su cargo en San Pedro Cholula por cuestionamientos sobre su historial. Los hechos ocurridos durante la visita de Sheinbaum reflejan la persistente inseguridad y presencia de grupos criminales en la región.