Morelia, Michoacán, a 28 de abril de 2025.- Como en las otras “obras magnas” del gobierno de Michoacán, el Mercado de Pátzcuaro Vasco de Quiroga, fue vendido como el detonante económico, comercial y turístico internacional de la región y con sus 20,000 metros cuadrados, el más grande del estado, pero a unos días de su puesta en operación –prevista para el 1 de mayo–, comienzan a salir a la luz pública actos de coerción, poca transparencia, manipulación, desinformación y hasta amenazas abiertas.
“Fue un capricho, sin el consenso de los comerciantes ni otros sectores sociales involucrados, como historiadores, arquitectos, cámaras de comercio; se ignoró por completo la voz del pueblo, como un claro ejemplo de cómo se desestima la participación ciudadana y se impone la voluntad de los gobernantes”, coinciden locatarios de la histórica Plaza Gertrudis Bocanegra y académicos, que no están convencidos de su reubicación en esa estructura de concreto, ladrillo, teja y metal, que en son de burla le llaman el “Mercado de Bukele” por su parecido con las megaprisiones del presidente salvadoreño.
El inicio
Fue el 26 de junio de 2023 cuando el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla anunció una inversión de 300 millones de pesos para la construcción del Mercado Vasco de Quiroga en Pátzcuaro, destinado a reubicar a cerca de 700 comerciantes esparcidos entre el antiguo mercado y la Plaza Gertrudis Bocanegra.
La obra comenzaría el 15 de julio de 2023, con la promesa de “conservar su historia y tradición”, construyéndose en el mismo lugar y en beneficio de 3,000 familias.
A la sombra de Andy López Beltrán
La empresa constructora es FT Constructores y Proyectos S.A. de C.V., y el gobierno estatal inició una intensa campaña mediática afirmando que 82% de la población de Pátzcuaro aprobaba el nuevo mercado y que su construcción permitiría mantener la postulación de su Centro Histórico ante la Unesco.
FT Constructores, cuyo socio mayoritario es Fernando Elías Treviño Monsalve, fue seleccionada a través de la licitación pública SEDUM-DOM-OBRA-LP-004-2023 para construir el polémico megamercado que costó oficialmente 280 millones de pesos.
La empresa ha sido cuestionada en otras entidades por adjudicaciones irregulares, como en el caso del Malecón de Villahermosa, Tabasco, aunque no se confirmaron delitos. FT Constructores también tiene vínculos con Brick Contratistas, involucrada en otra obra importante en Tabasco.
En Pátzcuaro, hasta ahora no hay denuncias públicas, aunque organizaciones civiles piden mayor vigilancia sobre el uso de recursos públicos.
Los recorridos de Ramírez Bedolla
El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla realizó recorridos con diputados y exgobernadores, pero comerciantes señalan que no hubo reuniones directas con ellos.
Frutas y memorias
La Plaza Gertrudis Bocanegra presentaba plagas como ratas y cucarachas, pero era históricamente un espacio vivo de encuentro y comercio. Arquitectos y comerciantes coinciden en que era necesario un nuevo mercado, pero rechazan la forma en que se impuso el proyecto.
“El nuevo mercado es un monumento al capricho político”, sostiene el arquitecto Marco Aguilar. “Lo que debió ser un proyecto construido con la gente se convirtió en un escaparate que borra voces, borra memorias y vende una idea prefabricada del bien común”.

Impacto en la economía local
Aguilar señala que el rediseño del mercado afectó a los comerciantes, desplazando la lógica de abasto por una visión turística. Muchos vendedores tradicionales no han podido reincorporarse o enfrentan condiciones desfavorables.
Durante todo el proceso, denuncia, la participación ciudadana fue inexistente, las decisiones se tomaron sin consulta real, y hoy los habitantes sienten que el espacio ya no les pertenece.
Los comerciantes
Marco Hernández, comerciante de la Plaza Gertrudis Bocanegra, sostiene que nunca fueron tomados en cuenta. Aunque reconoce la necesidad de que Pátzcuaro tenga un nuevo mercado.
Cuenta que unos 120 comerciantes, incluidos él y su familia, no recibieron apoyo económico por no firmar una carta compromiso impuesta por el gobierno estatal.
“Fuimos excluidos porque no había transparencia ni claridad”, explica. Agrega que no saben si tendrán un espacio asignado y que el mercado aún no está listo para su apertura prevista el 1 de mayo.
Una voz de los que sí firmó
Un comerciante que firmó la carta compromiso, quien declara bajo el seudónimo “Janitzio”, coincide en que el mercado no respeta la arquitectura de Pátzcuaro y se asemeja a una cárcel, sin vida ni interacción natural entre comerciantes y clientes.
Relata que el desalojo fue violento, con el uso de fuerza pública en la madrugada, y que ahora sus locales son mucho más pequeños que los que antes tenían.
“Firmamos por necesidad, bajo amenaza de ser excluidos de cualquier proyecto adicional”, lamenta “Janitzio”.
