Morelia, Michoacán a 9 de abril de 2025.- La administración de Donald Trump está considerando seriamente el uso de drones militares para atacar cárteles de la droga en México, según revelaron seis fuentes vinculadas con el ámbito militar, de inteligencia y fuerzas del orden de Estados Unidos.
Cooperación binacional o intervención unilateral
Hasta el momento, no hay un acuerdo definitivo entre ambos gobiernos. Sin embargo, funcionarios estadounidenses han aumentado significativamente los vuelos de vigilancia sobre territorio mexicano, con aprobación del Gobierno de México, tal como lo ha confirmado la presidenta Claudia Sheinbaum.
Una de las fuentes señaló que buscan construir un “target deck”, es decir, una lista de objetivos potenciales que incluiría operadores de cárteles, vehículos, almacenes y rutas logísticas.
Sheinbaum rechaza cualquier intromisión
Tras la publicación del informe original, la presidenta Claudia Sheinbaum abordó el tema en conferencia de prensa:
“Rechazamos cualquier forma de intervención o injerencia. México coordina y colabora, pero no se subordina. No hay injerencia, ni la habrá”.
La mandataria subrayó que aún sin una propuesta formal, su gobierno ha dejado claro que estas acciones no atacan el problema de raíz y que la vía efectiva es mediante inteligencia, coordinación y cero tolerancia a la impunidad.
Cambios en la estrategia antidrogas de Trump
El posible uso de drones se enmarca en una nueva fase de presión de Trump sobre México. El exsecretario de Defensa, Mark Esper, reveló en sus memorias que Trump consideró en 2020 disparar misiles sobre laboratorios en México y luego negar la autoría. Aunque el equipo de Trump ha negado esta versión, la idea de acción militar directa no ha sido descartada públicamente.
El exagente de la DEA y actual jefe interino de la agencia, Derek Maltz, respaldó la idea de ataques quirúrgicos contra infraestructuras del narcotráfico, asegurando que “es una cuestión de seguridad para nuestros niños”.
El fantasma de la estrategia del “rey”
Durante el sexenio de Felipe Calderón se implementó una estrategia conjunta para eliminar líderes de los cárteles, conocida como la estrategia del rey. Aunque algunos sostienen que debilitó a los grupos criminales, también provocó una fragmentación violenta y un repunte de homicidios.
Hoy, la administración Trump analiza si una táctica similar, esta vez con drones y recursos militares, puede tener un efecto más decisivo.
Presión creciente sobre el gobierno mexicano
La postura de Trump se ha acompañado de sanciones económicas, tarifas y advertencias de que “todas las cartas están sobre la mesa”. Esto ha generado un clima de presión que ha llevado a México a extraditar a 29 presuntos narcotraficantes el mes pasado, incluyendo a Rafael Caro Quintero.
“A final de cuentas, son los errores de México los que nos han llevado a esta posición”, aseveró Arturo Sarukhán, exembajador de México en EU.
Riesgos y escepticismo ante el uso de drones
Expertos en política de drogas, como Vanda Felbab-Brown del Brookings Institution, señalan que los ataques con drones podrían ser más simbólicos que efectivos y conllevan altos riesgos diplomáticos.
Otros, como el exjefe de operaciones internacionales de la DEA, Mike Vigil, dudan de que haya objetivos claros para bombardear, dado que el fentanilo se produce en instalaciones rudimentarias y se transporta de forma sigilosa.
“No es un problema militar. Es un problema de aplicación de la ley”, argumentó Vigil.
México y EU: entre la cooperación y la desconfianza
A pesar del trabajo conjunto, la desconfianza histórica entre ambos países sigue siendo un obstáculo. Un exdiplomático estadounidense, bajo anonimato, indicó a NBC News que “no les hemos dado razones para pensar diferente”.
No obstante, funcionarios actuales y retirados de la DEA aseguran que los cárteles están desorganizados y desorientados ante la presión simultánea de ambos gobiernos.
“Están desesperados”, afirmó Cheri Oz, jefa de la DEA en Phoenix. “Creo que en unos meses veremos los frutos de estos esfuerzos”.