Anunciado como un logro en la región purépecha con una inversión de 500 millones de pesos, el programa pretende reducir enfermedades respiratorias causadas por los fogones tradicionales. Sin embargo, el problema es más profundo que reemplazar un horno por otro.
Funcionamiento y limitaciones de las estufas “eficientes”
Las estufas de leña mejoradas están diseñadas para optimizar la combustión de la leña, reduciendo el consumo de combustible y canalizando el humo fuera de las viviendas mediante chimeneas. Esto, en teoría, disminuye la exposición al humo nocivo y mejora la calidad del aire en interiores. Sin embargo, estas estufas no eliminan por completo la emisión de contaminantes. La combustión de leña, incluso en estufas mejoradas, sigue produciendo partículas finas y gases tóxicos que pueden afectar la salud. Además, la eficiencia de estas estufas depende en gran medida del uso adecuado y del mantenimiento, aspectos que no siempre se garantizan en las comunidades beneficiadas.
Impacto en la salud: Datos alarmantes
La exposición crónica al humo de leña está directamente relacionada con un aumento significativo en el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias graves, incluyendo el cáncer de pulmón. Un estudio realizado en México identificó que el 35% de los casos de cáncer de pulmón en el país están asociados a la inhalación de humo de leña, especialmente en zonas rurales donde este combustible es de uso común.
Además, datos de la Secretaría de Salud indican que en 2020 se registraron 7,588 nuevos casos de cáncer de pulmón en México, con 7,100 muertes relacionadas en el mismo año. Aunque el tabaquismo es un factor de riesgo conocido, la exposición al humo de leña representa una amenaza significativa, especialmente para las mujeres en comunidades rurales que están en contacto constante con este tipo de combustión.
¿Solución real o medida paliativa?
Si bien la distribución de estufas mejoradas puede representar una mejora respecto a los fogones tradicionales, no aborda de raíz el problema del acceso a fuentes de energía limpias y sostenibles. La inversión en infraestructuras que permitan el acceso al gas o a la electricidad en comunidades rurales sería una solución más efectiva y duradera para erradicar los problemas de salud y ambientales derivados del uso de la leña.