Morelia, Michoacán, a 16 de abril de 2025.- La Comisión de Comercio Justo de Japón (JFTC, por sus siglas en inglés) emitió una orden de cese y desistimiento contra Google LLC este 15 de abril, acusando a la empresa de forzar a fabricantes de teléfonos inteligentes a instalar su buscador por defecto, en violación de la Ley Antimonopolio del país.
Google se convierte así en la primera compañía del grupo GAFA (Google, Apple, Facebook, Amazon) en recibir una orden directa por parte del órgano antimonopolio japonés. La decisión marca un precedente importante en la forma en que Japón regula las prácticas de las grandes tecnológicas extranjeras en su mercado.
Acuerdos restrictivos desde julio de 2020
Según el comunicado oficial, desde julio de 2020 Google habría suscrito acuerdos con fabricantes de dispositivos Android para garantizar que su motor de búsqueda apareciera en una posición preferencial dentro de las pantallas de los smartphones. A cambio, Google autorizaba el uso de su tienda de aplicaciones, Google Play.
Restricciones a competidores mediante pagos por publicidad
Además, como parte de los convenios publicitarios, Google condicionaba el reparto de ingresos por búsquedas a la prohibición de instalar aplicaciones de búsqueda de la competencia. Esta estrategia, argumentó la JFTC, tuvo como consecuencia directa la exclusión de competidores en el mercado japonés de servicios de búsqueda.
Impacto en la libre competencia y en los fabricantes
Las autoridades japonesas aseveran que estas prácticas afectaron significativamente la competencia leal en el sector tecnológico, al limitar las opciones de los consumidores y restringir las oportunidades para otras compañías de software.
Google aún no responde institucionalmente
Hasta el momento, Google no ha emitido una respuesta pública sobre la orden de cese y desistimiento. Se espera que en los próximos días la empresa defina su postura ante la decisión del organismo regulador japonés.
Mayor escrutinio a las big tech
Este caso se suma a una serie de medidas adoptadas por distintos gobiernos para regular el poder de las grandes empresas tecnológicas en el mundo. En Europa y Estados Unidos también se han iniciado procesos legales por presuntas prácticas monopólicas similares.
Con esta acción, Japón demuestra su disposición a vigilar de forma más estricta la actividad de los gigantes tecnológicos en su territorio, buscando salvaguardar la competencia y los derechos de los consumidores.